Gracias porque nos necesitas
En tu silencio acogedor
nos ofreces ser tu palabra
traducida en miles de lenguas,
adaptada a toda situación.
Quieres expresarte, Señor, en nuestros labios,
en el susurro al enfermo terminal,
en el grito que sacude la injusticia,
en la pregunta cariñosa a la mujer del barrio
que tiene el hijo enfermo,
en la sílaba que alfabetiza a un niño.
En tu respeto a nuestra historia,
nos ofreces ser tus manos para elaborar el pan,
salvar la vida con una cirugía,
llegar en la caricia de los dedos
que alivia la fiebre sobre la frente
o enciende el amor en la mejilla.
En tu aparente parálisis,
nos envían a recorrer caminos.
Somos tus pies y te acercamos
a las vidas más marginadas,
POR ESO ,ESTE NUEVO CURSO TE DECIMOS: CUENTA CONMIGO
Gracias, Señor, porque nos necesitas.
¿Cómo anunciarías tu propuesta
sin alguien que te escuche en el silencio?
¿Cómo mirarías con ternura
sin un corazón que sienta tu mirada?
¿Cómo gritarías en defensa de la Vida,
sin alguien que entienda
tu indignación ante tanta muerte
y esté dispuesta a prestarte su voz?
Gracias, Señor, porque nos necesitas.
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