El evangelista Juan narra a los humildes comienzos del pequeño grupo de seguidores de Jesús. Su relato comienza de manera misteriosa. Se nos dice que Jesús "pasaba". No sabemos de dónde viene ni adónde se dirige. No se detiene junto al Bautista.
Jesús viene de Dios, no con poder y gloria, sino como cordero indefenso e inerme. Nunca se impondrá por la fuerza, a nadie forzará a creer en él. Un día será sacrificado en la cruz. Los que quieran seguirle lo habrán de acoger libremente.
Jesús, se vuelve a los dos discípulos y les hace una pregunta muy importante: " ¿ Qué buscáis ? ". Estas son las primeras palabras de Jesús a quienes le siguen. No se puede caminar tras sus pasos de cualquier manera.
¿ Qué esperamos de él ? ¿ Por qué le seguimos ? ¿ Qué buscamos ?
" Maestro, dónde vives ? ". No buscan en él grandes doctrinas. Quiere que les enseñe dónde vive, cómo vive y para qué.
Es difícil acercarse a Jesús narrado por los evangelistas sin sentirnos atraídos por su persona. Jesús abre un horizonte nuevo a nuestra vida. Enseña a vivir desde un Dios que quiere para nosotros lo mejor. Poco a poco nos va liberando de engaños, miedos y egoísmos que nos están bloqueando.
Quien se pone en camino tras él comienza a recuperar la alegría y la sensibilidad hacia los que sufren. Empieza a vivir con más verdad y generosidad, con más sentido y esperanza. Cuando uno se encuentra con Jesús tiene la sensación de que empieza por fin a vivir la vida desde su raíz, pues comienza a vivir desde un Dios Bueno, más humano, más amigo y salvador que todas nuestras teorías.
( Tomado de Jósé Antonio Pagola )
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