Gracias por la vida y el amor, por la alegría y el dolor,
por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año,
el trabajo que pude realizar y las cosas
que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
He iniciado un nuevo año y detengo mi vida
ante el nuevo calendario aún sin estrenar
y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Abre mi ser a todo lo que es bueno
que mi espíritu se llene sólo de bendiciones, y las deje a mi paso.
Lléname de bondad y de alegría
para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí
encuentren en mi vida un poco de TÍ.
Danos un año feliz y enseñanos a repartir felicidad.
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