domingo, 4 de diciembre de 2011

TERCER DOMINGO DE ADVIENTO- CICLO B

Primera lectura: Is 61, 1-2a.10-11
Salmo responsorial: Lc 1, 46-50.53-54
Segunda lectura: 1Ts 5, 16-24
Evangelio: Jn 1, 6-8. 19-28

El profeta Isaías nos invita a todo el puebllo que retorna del destierro, y que ha visto que las promesas con que esperaban encontrar su tierra no son tan ciertas; lo invita a la esperanza. La acción de Dios es efectiva y eficaz.
El profeta se siente capacitado por Dios para el anuncio de "buenas noticias " de esperanza a los marginados del país.

El Salmo recoge la oración de María cuando visita a Isabel. María canta la grandeza de Dios salvador que se ha fijado en los humildes, especialmente en la pequeñez de María, y nos muestra que la lógica de Dios no siempre coincide con la lógica de los hombres.

En la segunda lectura, vemos cómo el apóstol Pablo invita a la comunidad a la fidelidad. La vida de la comunidad de Tesalónica tiene dificultades.Reconoce el apóstol que se han esforzado por seguir a Jesús, pero aún pueden dar más. Les llama a estar alegres, a orar constantemente, a no dejarse desanimar, a la fidelidad, a quedarse con lo bueno.

El Evangelio, nos presenta el testimonio de Juan Bautista ante los enviados que le preguntaban si él era el Mesías; pero responde que es la voz que clama en el desierto preparando el camino...

Juan el Bautista fue un hombre que supo entregarse a su misión y que supo ver en el futuro que se avecinaba, los tiempos esperados.

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