El Año Litúrgico es un camino de encuentro con el Señor, es una invitación a vivir y fortalecer la fe, la esperanza y el amor.
Es el tiempo en que la Iglesia quiere santificar y hacer presente a Jesucristo en medio de nosotros. Esto se realiza a través del tiempo, es decir,los días, las semanas y el año mismo.
La celebración del Año Litúrgico es la vivencia de la vida de Cristo, todas sus etapas desde su nacimiento hasta su muerte.Comienza con el Adviento y acaba con la fiesta de Cristo Rey, ambas en el mes de noviembre, desarrollando cíclicamente los diversos aspectos del Misterio de la vida de Jesús, integrándonos cada año con la historia de la salvación.
El Año coincide con el año solar pero se organiza de acuerdo a criterios teológicos y espirituales. A lo largo de los 365 días del año solar, con sus 12 meses y 52 semanas, se despliega toda la riqueza de la revelación, que culmina en la vida, en el mensaje, y sobre todo en la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios.
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